lunes, 23 de julio de 2007

Una aproximación al canto congregacional evangélico

Por Marcos Maldonado Aguirre

El canto congregacional es una práctica musical que se remonta a los albores del cristianismo y que hunde sus raíces en la historia misma del pueblo de Israel. Por intermedio del canto los cristianos evangélicos declaran la grandeza de Dios, sus maravillas y todo lo que El es, tributándole honra gloria y poder. Y a través del canto colectivo, entendido como un sistema semiótico, se manifiesta un modo de significación mediante el cual un grupo social mantiene su propia identificación y la preserva. De esta manera, y a través del tiempo, el canto congregacional ha impuesto su poder, y demostrado su valor manifestándose como una herramienta de enseñanza y adoctrinamiento, práctica que se ha perpetuado en el tiempo como una tradición de inestimable valor y que, formando parte integral del culto cristiano, se ha transformado en un rasgo identitario de las congregaciones evangélicas.

La práctica musical del canto congregacional ha sido y es un elemento esencial en la liturgia cristiana, aún desde antes de sus comienzos siendo el Libro de los Salmos el más temprano recurso de alabanzas del pueblo cristiano primitivo. Jesús mismo cantó con ocasión de la Ultima Cena según el relato de los Evangelios (Mt. 26:30-25; Mc 14.26–31; Lc 22.31–34; Jn 13.36–38) y aunque no existen referencias explícitas de práctica musical alguna entre los primeros cristianos, las epístolas paulinas evidencian cierta actividad musical en la naciente iglesia (Ef. 5:19; Col. 3:16). A partir de la Reforma Protestante, Lutero y Calvino destacaron la importancia que esta actividad habría de tener en la propagación de la fe reformada. Es por ello que su preocupación mayor fue que el pueblo cantara en su propia lengua. Sin embargo, en el devenir histórico del cristianismo, el canto congregacional ha estado sujeto a discreciones respecto de la validez de su misma práctica, y los fieles han cantado acusando el impacto cultural de los tiempos como resultado de una evolución propia la que expresada de manera sincrónica se traduce en diversos estilos y formas musicales.

La búsqueda o intento por procurar establecer una adecuada conceptualización de lo que ha de significar la música y su práctica en la iglesia ha llevado a que, líderes, pastores, teólogos y músicos en general adopten posiciones encontradas y, por qué no decirlo, irreconciliables, intentado juzgar el rol y función de la música en la iglesia, basándose principalmente en cuestiones teológicas y principios bíblicos. “La música y las formas y estilos de adoración son asuntos cargados de emoción, que resisten fuertemente el análisis racional. Por ende, las discusiones muchas veces generan más acaloramiento que luz” escribe Steve Miller (Miller 2000: 9). Sin embargo, y a pesar de las controversias surgidas, que sin lugar a dudas continuarán en el futuro, en las iglesias cristianas evangélicas esta práctica musical ha conllevado en si misma una serie de cambios o aperturas que no puede ser ignorado.

Otro aspecto a considerar se relaciona con lo litúrgico. Si bien, el culto cristiano evangélico, en el último siglo, en nuestro país principalmente, mantiene aun un esquema que no ha variado mayormente en el tiempo, esto es, oración invocatoria, cantos, ofrendas, lectura de la Palabra y predicación, se puede afirmar que la forma como estos elementos se desarrollan durante el culto, evidencias el acuse de tendencias que intentan un replanteamiento de los conceptos cultuales y sobre el enfoque de la adoración hacia el Ser Supremo, Dios, lo cual puede ser parte de un proceso continuo de búsqueda de una identidad propia.

En un intento por tratar de explicar los cambios suscitados en la práctica musical, podemos señalar que, en lo general, ésta se inscribe dentro de un proceso de permanencia y cambio natural y propio de toda cultura. Se puede afirmar, entonces, que en tanto una determinada práctica o estilo musical no sea lo suficientemente familiar, será cuestionado, revelando la existencia de una ideología imperante, y que las nuevas tendencias se imponen o toleran más por la fuerza de la costumbre que de la razón. Acerca de estos cambios, romper con las costumbres no ha sido fácil, se ha escrito, sin embargo, la puerta para esos cambios ya está abierta, existiendo una mayor flexibilidad para ello. La música ha ayudado en este sentido (Acosta 1990).

Finalmente, me atrevo a concluir que los cambios suscitados en las últimas décadas, entre muchos factores, puedan obedecer a las condiciones económicas del mercado y a las nuevas tecnologías disponibles desde fines del siglo pasado, y que han favorecido la adquisición de recursos y medios, en lo que a instrumentos y equipos de audio se refiere, permitiendo que los jóvenes principalmente, encaucen sus inquietudes y preferencias musicales hacia los nuevos estilos que aparecen mucho más atractivos y acordes a las sonoridades que los rodean. Sumado a lo anterior, la industria discográfica, junto a una serie de eventos (seminarios, conciertos, etc) ha realizado una labor de difusión de material discográfico que ha permeado el repertorio del canto congregacional en nuestras congregaciones.

Fuentes:

  • Acosta, Edgar, “Tendencias actuales en los cultos de adoración”. Preludio. Música y adoración, I/1. El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1990, pp. 39-42
  • Hustad, Donald P. ¡Regocijaos! La música cristiana en la adoración. Olivia de Lerín y otros (Trad.). El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1998.
  • Miller, Steve. Debate de la Música Cristiana Contemporánea. Compromiso con el mundo o agente de renovación. Miami: Unilit, 2000
  • Solomon, Jerry. “La música y el cristiano”, Alejandro Field (trad.), Probe Ministries: 1992. En http://espanol.leaderu.com/docs/teologia/musica.html [Ultimo acceso: 21-07-2007]

domingo, 20 de mayo de 2007

DIOS HOY VENIMOS

Letra y música: Dan Marks



Dios, hoy venimos a adorar,
A cantar y amarte
Con nuestra voz y el corazón;
Al Rey adoramos.
Oye nuestra voz,
Nuestra oración
Y llénanos.

Ven aquí, ven aquí, Señor,
Somos pocos pero fuertes
Cuando Tú estás aquí.
Ven aquí, ven aquí, Señor,
Reunidos en tu nombre, ven aquí.

Ver transcripción melódica
Meet Us Here
Words and Music by Dan Marks



Lord, we have come to this house,
Where we love to sing your praises;
We lift our hearts and our hands,
To the King of all the ages.
Hear us, Lord, we pray.
Come, Jesus, come,
Come fill this place.

Meet us here (echo),
Meet us here (echo), Lord.
We are few, but we are strong,
When You surround us.
Meet us here (echo),
Meet us here (echo), Lord.
As we gather in Your name,
Meet us here.

©1987, Maranatha! Music

Ver partitura
Otra versión:
Ven a mí
Ministerio Hispano de Calvary Chapel Downey, California



CRISTO LLEVAME

Cristo llévame
Muy cerca de Ti.
Haz que mi deseo
Seas Tú.

Cristo llévame
Muy cerca de Ti
Que quiero adorarte
Sólo a Ti.

Ver transcripción melódica


Jesus Draw Me Close
Word and music by Rick Founds



Jesus draw me close,
Closer Lord to You,
Let the world around me fade away.
Jesus draw me close,
Closer Lord to You,
For I desire to worship and obey.

©1990 Maranatha Praise, IncAll rights reserved. International copyright secured.CCLI song #443680

Ver partitura


Otra versión:
Cristo acércame



miércoles, 21 de febrero de 2007

Venid, Adoremos

Venid Adoremos, es una colección de la Convención Auxiliar Juvenil Evangélica Bautista de Chile preparada a comienzos de los 90 bajo la dirección del misionero Steven Cooke y el líder juvenil Marcelo Pozo. Presenta 57 cantos, de los cuales los primeros 25 aparecen con música escrita (melodía y posturas para el acompañamiento) en un programa informático editor de partituras y están registrados en un fonograma complementario. El resto de los cantos solamente tienen el texto y los acordes para acompañamiento: En este cancionero puede advertirse la influencia de la música del movimiento Revolución de Jesucristo, representada por cantos escrito por miembros de ese movimiento en la década del 80. También ya puede notarse la influencia de la música difundida por los fonogramas de Maranatha! Music y Hosanna! Music, vinculada con el movimiento carismático norteamericano y que constituye una especie de "primera ola" que antecedió la llegada del movimiento Alabanza y Adoración latinoamericano en los 90.


Venid Adoremos Vol 1 fue producido por el Departamento de Educación Cristiana de la Convención Auxiliar Juvenil Evangélica Bautista de Chile.
Promotor de Música: Marcelo Pozo
Fecha: Febrero, 1990
Cantos recopilados por Marcelo Pozo y Steve Cooke
Transcripción musical: Steve Cooke

Decargar cancionero


Lista de temas:


  1. Venid adoremos
  2. A los que esperan
  3. Ahora pues temed a Jehová
  4. Sobre la tierra
  5. Alabad siervos de Jehová
  6. Tu Palabra me es como la miel
  7. Reina Dios
  8. Manifiesta hoy
  9. Bienaventurado (Salmo 128)
  10. Mira lo que hizo mi Señor
  11. Tuya es oh Jehová
  12. Mirad bendecid a Jehová
  13. En mi vida (Gloria te doy)
  14. Nunca tuve un verdadero amigo
  15. Te amo oh Jehová
  16. Desde el pronto amanecer
  17. Dios ha sido tan bueno conmigo
  18. He aquí
  19. Jesús eres Tú mi Dios, mi Rey
  20. Canto para alabarte, Señor
  21. Él es Jehová
  22. Seguro en las manos de Dios
  23. Hay un camino
  24. Todos le podrán ver
  25. El Señor te bendiga y te guarde
  26. Y salió del trono
  27. Yo quiero ser, Señor amante
  28. Es Señor
  29. A Dios dad loor con todo el ser
  30. Majestad
  31. Dios está aquí
  32. No hay problema que Dios no resuelva 31
  33. Pueblos todos
  34. Con mi Dios yo siempre venceré
  35. Todo lo que respira
  36. Ahora es tiempo de alabar a Dios
  37. Nos reunimos hoy aquí
  38. Y volverán los redimidos
  39. Dios te ama y yo te amo
  40. Jesucristo ha triunfado
  41. Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida
  42. Alabad a Jehová
  43. Unidos
  44. Cuando tú me das la mano
  45. Alabadle naciones
  46. No fijéis los ojos en nadie más que en Dios
  47. Cuando pienso en tu amor tan bello
  48. Acuérdate de tu Creador
  49. Yo te alabaré Señor
  50. Abre mis ojos
  51. Tan cerca de mí
  52. Gracias quiero darte
  53. Alto, escúchame
  54. Jehová reina
  55. Y si vivimos
  56. Mi Jesús me libertó
  57. Digno eres

martes, 20 de febrero de 2007

Introducción

Por Marcos Maldonado Aguirre

El libro de los Salmos es el más temprano recurso de alabanzas del pueblo cristiano primitivo. El apóstol Pablo, exhotaba a los cristianos de su época, en sus cartas, a cantar "...con salmos, himnos y cánticos espirituales" (Efesios 5:19; Colosenses 3:16). Aunque no se tienen registros de aquellos primeros cánticos cristianos, es indudable que estaban muy relacionados con la salmodia hebraica, y con cierta influencia griega y romana. Con el desarrollo del cristianismo, el canto vino a ocupar un importante lugar entre las primeras congregaciones y se llegó a afirmar que solamente las voces humanas eran el único instrumento digno para alabar a Dios.